Por: Licenciado José de Jesús Aguilar Carrasco
Dicen
coloquialmente que cuando se ahoga un niño en el pozo, surge la urgencia de
taparlo para lograr evitar otra desgracia. Esta postura parece ser la de
nuestras autoridades, en efecto después de los lamentables acontecimientos del
pasado diecinueve de septiembre en donde la naturaleza nos recordó lo
minúsculos que somos frente a ella, y lo eventual que podemos pasar a milésimo
término cuando se desata su furia.
Pues bien, en el
recuento de los daños lo prioritario fue revisar además de las casas habitación
los edificios públicos, que por cierto algunos de ellos fueron severamente
dañados, así como varios templos a lo largo de la extensión del estado de
Puebla, pero de igual manera resulta de primera necesidad el revisar los
edificios de las escuelas tanto públicas como privadas para garantizar las
seguridad de los miles de estudiantes de los diferentes niveles educativos
puedan asistir a recibir sus clases.
El día de ayer
viernes veintidós de septiembre se emitió un comunicado dando aviso del regreso
a las escuelas por estar en condiciones de hacerlo, esto después de la
suspensión del día martes diecinueve, fecha en la que ocurrió el sismo además
del miércoles, jueves y viernes siguientes. Sin embargo el sábado veintitrés de
septiembre por la tarde se emitió un nuevo comunicado en donde ciento doce
municipios no regresarán a clases pues a decir de las autoridades educativas y
de protección civil, no se tienen las medidas mínimas de seguridad para que los
estudiantes logren regresar a las aulas.
Ninguna decisión
cuyo objeto sea el de proteger a la población puede ser deleznada o
descalificada, si bien es cierto en algún momento se pensó que había las
condiciones para el regreso a clase, a la autoridad por alguna razón le surgió
si Usted quiere una “duda”, pero en esa duda puede estar la seguridad y el
bienestar físico de nuestros hijos, lo único que pedimos es que las revisiones
protocolarias necesarias se hagan con alto espíritu de responsabilidad, es
decir, que si se van a sacrificar algunos días más de clases, se haga con el
único objetivo de garantizar efectivamente la seguridad de nuestros niños y
adolecentes.
Puebla cruza de
nueva cuenta como hace dieciocho años por una tragedia que ha enlutado a algunas
familias, me parece que es el momento en que se realicen acciones de verdadera
protección civil, es momento de tomar en serio los avisos de la naturaleza. La
sociedad ha puesto el ejemplo, y en ese ejemplo la autoridad debe sentar las
bases para culturizarnos en materia de protección civil.
Mi abrazo
fraterno y sentido para todos aquellos que perdieron a un ser querido, Puebla y
México somos más grandes que nuestros retos, la desgracia nos ha unido como
pueblo y como sociedad, hemos demostrado nuevamente que frente a la adversidad
los mexicanos nos solidarizamos y nos protegemos.
El reproche, el
desprecio y la señalización para quienes siendo una minoría absurda, han
ocupado precisamente la desgracia para delinquir, para defraudar, para
aprovecharse del dolor ajeno con tal de obtener un beneficio, pero no se
preocupen que lo que se hace se regresa siete veces siete.
México estuvo de
pie, México esté de pie, México encontrara pronto el aliento que consuela y
mitigue el dolor para como antes, como siempre, dar la cara al mundo. #fuertemexico
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